Del Evangelio de san Marcos 9.5

“Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien se está aquí!. Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.

 

RESPUESTA A LA PALABRA

Es bueno, Señor,
dejar por algún tiempo el trabajo,
el ruido, las prisas;
desentenderse por un  momento de lo inmediato,
abrirse a lo gratuito.
Tú dijiste que “no sólo de pan vive el hombre”
y nosotros, que lo hemos experimentado,
damos fe de ello.

Señor, necesitamos verte como Pedro,
y escuchar al Padre.
Sólo así, cuando volvamos al camino
y éste se nos torne espeso,
te miraremos, aunque no te veamos,
y en nuestro corazón podremos escuchar
el eco de las palabras del Padre:
“Tú, también  eres mi hijo amado”

 

De la carta de San Ignacio de Antioquía a los Efesios

Y orad sin cesar por el resto de la humanidad (los que tienen en sí esperanza de arrepentimiento) para que puedan hallar a Dios. Por tanto, dejad que tomen lecciones por lo menos de vuestras obras. Contra sus estallidos de ira sed mansos; contra sus palabras altaneras sed humildes; contra sus vilipendios presentad vuestras oraciones; contra sus errores permaneced firmes en la fe; contra sus furores sed dulces. Y no sintáis celo de imitarles desquitándoos. Mostremos que somos sus hermanos con nuestra mansedumbre; pero seamos celosos en ser imitadores del Señor, emulándonos unos a otros por ser cada uno el que sufre la mayor injusticia, el que es más defraudado, el que es más destituido, para que no quede ni una brizna del diablo entre vosotros, sino que en toda pureza y templanza permanezcáis en Jesucristo con vuestra carne y con vuestro espíritu.