Del evangelio de san Mateo 17,20

Jesús les dijo:
“Os aseguro que si fuera vuestra fe como un grano de mostaza, le diríais a aquella montaña que viniera aquí, y vendría. Nada os sería imposible”.

 

 Oración

Señor, no es exagerado lo que nos dices,
porque la fe nos vincula a ti
hasta poder decir como San Pablo:
“No soy yo, es Cristo quien vive en mí”.
Y para ti, claro está, todo es posible.

Sé que cuando hablas de cambiar montañas
no piensas en la posibilidad de cambiar la geografía
ni nada parecido.
Tu vienes y con tu presencia nos equipas
para otros cambios mucho más importantes.

Qué de montañas de egoísmo, de búsqueda de si mismo…
debemos quitar de nosotros;
qué cambios debemos hacer
en nuestra geografía espiritual hasta ser como tu nos piensas;
pero, vista nuestra fragilidad, unas veces no nos atrevemos
y otras nos sentimos impotentes.

Señor te pedimos que avives nuestra fe
hasta creer firmemente que contigo nada hay imposible.