Del evangelio de san Lucas 12,34

Jesús les dijo:
“Porque donde está vuestro tesoro, allí está vuestro corazón”.

 

Oración

De la abundancia del corazón habla la lengua”

Señor, por  el deseo y la palabra
descubrimos que nos configura interiormente,
cual es el bien que anhelamos,
la vida que esperamos.

Señor, nuestros tesoros son muchos:
el tener, el ser más, el bienestar, el amor propio…;

Tú, el primero en todo,
tienes que entrar en liza con todos ellos
para abrirte paso en nuestro corazón.

Nosotros, aunque sabemos
que tu eres el único Señor
y te confesamos como el tesoro imperecedero
de todo hombre,
en la práctica nos aferramos a esas otras realidades
que, siendo buenas,
las  pervertimos porque las absolutizamos
y las ponemos delante de ti.

Señor, que sepamos valorar y utilizar las cosas,
que nos sirvamos de ellas,
que no les demos nuestro corazón,
que sólo tú seas nuestro único Señor.