Del libro de Jeremías (1,17-19):

En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor.

RESPUESTA A LA PALABRA

“Yo estoy contigo para librarte”.
Palabra de Dios para quien en su vida
lo ha acogido como Amor de todo amor.

Palabras que rompen la estrechez
en la que la vida de todo hombre se consume.

No soy un animal para la muerte.
Como Jeremías sé del Viviente y
de toda vida que de él procede.
Mi horizonte no es otro que la Vida en plenitud,

Cuando me contemplo en medio de un mundo
que no deja de buscarse en las cosas
dando muerte al corazón
siento la necesidad de gritar a todo hombre
que “Dios es” el manantial de toda vida,
tierra nutricia, horizonte abierto, Amor de todo amor.