1408735973909Dejar tras de mí un nombre limpio

 Alguien me pregunta
si estoy decidido
a seguir viviendo
como lo hago ahora.
Lejos del hacer utilitario,
que me configuraba como hombre
útil, práctico y activo.

¿Por qué tendría que resistirme a ello?
Ahora mis adentros se pueden expresar con libertad

Responsable en mi servicio
hasta llegar a ser llamado por algunos
“eres un fiebres”
ahora vivo en la quietud
que me permite contemplar la vida
más allá del sentido utilitarista de la misma.
Forzado a dejar la misión
doy gracias por ello.

El Señor se vale de los equívocos.

El pragmatismo de uno
se puede convertir en gracia para otro
si se acepta en la dinámica muerte-vida y
se zafa de todo reproche
con la escusa hecha suya por Jesús:
“no sabe lo que hace”.

No convenzo con mis palabras a mi interlocutor.
Tampoco es preciso.

Bajo una pálida luna de otoño
seguimos caminando hasta despedirnos.
Una brisa fría de final de otoño
se levantó mientras caía el día.
El atardecer se presentaba diáfano.

Qué hermoso y acogedor este lugar
Mi corazón  tiene todo lo que añorara antes.

No deseo cargo alguno
solo quiero cultivar mi vida desde la verdad y
dejar tras de mi un nombre limpio.