Del evangelio de San Juan 3,17

Jesús les dijo: “Dios no mandó su Hijo al mundo, para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”

RESPUESTA A LA PALABRA

El juicio condenatorio es propio de los hombres,
del Hijo de Dios es la salvación desmedida.

El amor loco de Dios no juzga el corazón loco del hombre.
Porque “el hacer de Dios es amar” ,
el juicio de Dios se llama misericordia.