Génesis 12,1-4a

En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: “Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.” Abrán marchó, como le había dicho el señor.

 

RESPUESTA A LA PALABRA

Los textos de hoy nos adentran en el misterio de la vocación
como entrega y expropiación.
Abrahán es modelo de toda vocación,
de toda llamada a participar en el designio salvador de Dios.

Un hombre, instalado en una vida segura,
es llamado a salir de sí mismo, dejando seguridades,
para adentrarse en un mundo desconocido, hasta entonces para él.

Abrahán siente la cercanía de Dios, escucha en sus adentros su palabra
y se siente invitado a colaborar con él en un proyecto inimaginable,
y que le supera como hombre débil que es.

Abrahán tiene que abandonar todo lo que ha sido hasta entonces
y dejarse transfigurar por su Señor, que le ama,
y que por ello ha sido llamado.

Su encuentro con el Señor ha sido tan fuerte que se despoja
de su condición anterior y, transformado en amigo,
acepta ser vinculado al designio salvador de Dios.

Todo aquel que escucha la palabra del Señor y le sigue,
es transformado en lo más hondo de sí mismo y
preparado para asumir una misión.

San Pablo tiene conciencia de ello y cuando escribe
a su amigo y compañero, le dice: “Dios nos llama y nos ilumina.”
Pablo exhorta a Timoteo a que tome parte
en los duros trabajos del Evangelio,
no desde una estrategia personal sino como enviado de Dios,
por tanto con plena confianza, sin miedo y sin cálculos humanos,
sino con la fuerza que Dios le dé, porque la misión es cosa de Dios,
puesto que fue Él quien dispuso darnos su gracia por medio de Jesucristo.

La vocación nace de un encuentro y es fruto de una seducción.
Fuera del amor no tiene consistencia.

Lo vemos en los discípulos del Señor,
que ante el escándalo de la cruz, ante la incomprensión de su muerte,
permanecen con Él en sus pruebas,
gracias a los lazos de amor que entre ellos existen.