Después de descansar un rato,
después de la comida
salgo al campo a pasear.

Es un gozo ver a los gorriones
bañarse en los charcos del camino
que se han hecho
por la lluvia que callera esta mañana.

He pensado que si no los hubiera
deberíamos hacerlos,
para que los gorriones pudieran
acercarse a ellos para beber y
con su canto alejar de nosotros la tristeza.

Hay cosas, cuya importancia
para las personas cultas y con pretensiones
son pocas o nulas,
pero para las sencillas y los niños
significan mucho,
como la luz y los colores,
las viejas historias y los sonidos musicales.

Una historia india, del antiguo Méjico, dice:

“Cómo una pintura en la pared
nos iremos borrando,
como una flor mustia nos secaremos,
pero tú con tus canciones me haces llorar,
con tus poemas me llenas de alegría”.