No siempre soy consciente
de mi papel en el mundo.
Me resulta imposible
estar presente
en todo lo que me acontece
y me afecta.
Pero, ¿quién lo está?
Vivo en un continuo fluir,
dependiente del ámbito
en el que estoy:
amarrado por fuera y
por dentro dividido, desgarrado
y limitado en cualquier
dirección que mire
La niñez fue larga,
la juventud efímera.
Pronto me llegó
la edad adulta
que pasa desapercibida,
bajo la capa
de la responsabilidad impuesta;
para darme de bruces
con la vejez,
en la que parece
que todo el tiempo es para ti,
tan abundante que,
muchas personas,
no saben qué hacer de él y,
siguiendo la opinión
de una gran mayoría,
eligen vivir para sí y
olvidan los compromisos
con los demás.
Esta tarde,
me comunicaba un conocido
que se marcha gratis a la playa,
por ser pensionista.
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