La conversación con mi amigo
aleja las sombras,
libera de agobios, vacía.

De su palabra,
mana un silencio que cura.
Misterioso silencio que sana

La luz nacida
de su compasión,
deshace los nudos,
pegajosos,
del engaño opresor
del enemigo.

La situación vivida era brutal.

Pesadillas amañadas
con retazos de sombras,
con verdades a medias,
con silencios impuestos.

Al filo de la conversación
una paz perceptible.

El amor desnudó su alma y
le abrió el camino
para que viera
que la oscuridad
que le embargaba
provenía
de un país exterior.

Vio sin escándalo
la excrecencia
de las nadas no resueltas,
de los engaños pegajosos,
de los afanes incumplidos

La perplejidad dio paso
al nacimiento de la luz.