Finaliza una estación y comenzamos otra,
sin embargo, en las cuestiones
sociales y políticas
parecemos instalados, resignados
y, lo que es peor, pasivos.

Cambiamos de día,
pero la realidad que tenemos,
como se suele decir, es más de lo mismo;
lo que lleva a muchos
a pasar de todo,
y a vivir la fugacidad del momento,
pensando y buscando
lo que más les gratifica.

Las conversaciones, más frecuentes,
que se escuchan versan,
sobre todo, en lo que es preciso hacer,
algunas, sobre la familia
y, en muchas,
como ocupar el tiempo libre.

Esta mañana desperté
con un dolor fuerte en la zona lumbar,
que me dificulta caminar,
incluso me molesta
para estar sentado.

Hoy toca contemplar la naturaleza
desde la terraza.