Es la vorágine ruidosa
la que rompe
nuestros nervios y
nos arranca la paz

Nuestro hacer exacerbado
imagen de un mundo
sin medidas
lo que impide
saber quienes somos.

Sólo el distanciarnos
de las ideas y cosas
que creímos
como mejor camino y
la renuncia
a las metas cortoplacistas,
en las que fuimos educados,
puede salvarnos
de nosotros mismos
abriéndonos
hacia lo que en verdad somos
al margen de la imagen
que pudiéramos mostrar.