En el ajetreo del hacer diario,
en medio de lo que creemos necesario,
no prestamos atención a lo que no es útil,
sin darnos cuenta de que si no contemplamos
lo que se considera inútil,
no podríamos hablar
sobre lo que es de utilidad.
La realidad, en la que vivimos,
se nos presenta inmensa,
aunque apenas vivamos
algunas posibilidades de ella.
Suponiendo, que de pronto desapareciera
toda nuestra vida anterior,
se nos abriría un abismo y
quedaríamos colgados en un vacío,
sin solidez alguna.
Si fuese así:
¿Cuánto tiempo seríamos capaces
de seguir utilizando aquello
de lo que nos valemos
en nuestra vida diaria?
No debemos olvidar que somos fruto
de nuestras experiencias vividas,
de lo todo lo que vivimos, casualmente,
en nuestra vida personal.
Nada de lo que nos acontece
queda fuera de nuestro existir,
ni es por demás.
Todo nos lleva a ser lo que somos y
está presente en nuestra relación con los demás.
Para compartir esta historia, elija cualquier plataforma
Deje su comentario
Usted debe estar identificado para comentar