Del evangelio de san Juan 21,15

Jesús le dijo:“Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
“Él le contestó: Sí, Señor, tú sabes que te quiero”.

 

RESPUESTA A LA PALABRA

No hubo reproche alguno
porque le hubiera negado tres veces
la noche que le apresaron para matarle.

El reencuentro no pudo ser más hermoso.
Como el padre de la parábola no pregunta
por su huída al hijo que regresa,
sino que le entraña de nuevo en un abrazo indescriptible
y celebran la vuelta con un banquete,
así Jesús, después de la comida a solas con Pedro,
sólo se interesa por su situación:
“Pedro ¿me amas?”.
Y Pedro confesará desde la hondura
de quien ha sobrevivido a la noche:
“Sí, Señor, tú sabes que te quiero”.

Ese saber, que es experiencia, hace de Jesús y Pedro
dos inseparables para siempre.