Del evangelio de san Mateo 5,17

Dijo Jesús a sus discípulos: “ No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas; no he venido a abolir, sino a dar plenitud”.

 

RESPUESTA A LA PALABRA

El Señor no viene a destruir,
a negar existencias que han servido al bien de los hombres.

Si no quiebra la caña que ya está cascada,
ni apaga la luz amortiguada de la candela sin aceite,
¿cómo va a abolir la ley que ha ayudado al pueblo
a caminar hasta su llegada,
y a desdecir a los profetas que le anunciaron
y sostuvieron la esperanza de Israel?.

No, el Señor no viene a negar nada,
propio del Señor es afirmar
y dar el sentido a todo.

Señor, enséñanos a ver la vida que encierra todo,
aun aquello que consideramos superado e innecesario.

 

De san Bernardo: “Hay que buscar la sabiduría”.(4)

Si has hallado la sabiduría, has hallado la miel; procura no comerla con exceso, no
sea que, harto de ella, la vomites. Come de manera que siempre quedes con hambre. Porque dice la misma sabiduría: El que me come tendrá más hambre. No tengas en mucho lo que has alcanzado; no te consideres harto, no sea que vomites y pierdas así lo que pensabas poseer, por haber dejado de buscar antes de tiempo. Pues no hay que desistir en esta búsqueda y llamada de la sabiduría, mientras pueda ser hallada, mientras esté cerca. De lo contrario, como la miel daña –según dice el Sabio– a los que comen de ella en demasía, así el que se mete a escudriñar la majestad será oprimido por su gloria.