El que fuera, como oruga
y se arrastrara,
buscando el tallo fresco,
con el que saciar sus hambres,
graciosamente,
dejó de ser crisálida.

Nacido a la libertad,
sabe del cielo y de la tierra.

Una luz de amanecer,
ha crecido en su alma.

¿Nacido para morir?
¿Para qué la vida sin amor?

Gravitación celeste,
la del alma enamorada,
que renunciando a las cosas
se eleva sobre sí misma.

Empujada por un deseo
de plenitud.

Enceguecida, por la luz
destellante que le atrae.
asciende, se adentra,
se pierde en el espacio
infinito
para gozar de su anchura
y soledad.

 Misterio de amor,
que lleva
al conocer sin ver,
al vivir muriendo
al Otro, en uno mismo.

Misterio de amor
que une los contrarios.

A solas con el Único,
sin recuerdos del pasado,
da la mano a un porvenir
vacío de cuidados